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La Lune es el satélite natural de la Tierra. Está asociada con la sensibilidad, la imaginación, la intuición, la infancia y el juego, la imagen de la madre y la maternidad. Es un planeta (en el sentido astrológico) llamado "personal" y juega un papel esencial en la interpretación de los temas astrológicos individuales.
En el tema astral de una persona, la posición de la Luna determina su naturaleza emocional, su forma de sentir, imaginar, su nivel de sensibilidad general y su optimismo, así como el papel del juego en su vida. La Luna representa "el niño interior de la persona" y también está asociada con la seguridad emocional, el hogar y la familia. Tradicionalmente se asocia con el signo de Cáncer, donde sus características se manifiestan de forma natural.
Las características de la Luna están principalmente influenciadas por el signo en el que se encuentra. Por ejemplo, si la Luna está en el signo de Tauro, confiere a la persona una imaginación y una fuerte conexión personal con la naturaleza, la tierra y la comida, una apreciación por los placeres sensuales y posiblemente una tendencia a buscar seguridad material. Si la Luna está en el signo de Leo, brinda a la persona aspiraciones de independencia, éxito y la capacidad de tomar la iniciativa en su vida emocional e interior.
La relación de la Luna con los demás planetas en el tema indica cómo una persona canaliza sus emociones, expresa su sensibilidad en acuerdo o no con los demás planetas. Cuando la Luna está en armonía con otros planetas, las cualidades de estos planetas se ponen positivamente al servicio de la expresión emocional. Por ejemplo, un trígono entre la Luna y Venus puede indicar una gran capacidad para amar y crear relaciones armoniosas con los demás, especialmente a través del juego y la diversión.
Inversamente, when la Luna está en tensión o en aspect disonante con otros planetas, esto puede indicar desafíos emocionales, conflictos internos o fluctuaciones de humor. Esto se puede traducir concretamente en cambios de humor, pesimismo, dificultades para expresar las emociones o una tendencia a retraerse.
La casa en la que se encuentra la Luna describe el ámbito de la vida al cual el individuo asocia principalmente sus emociones y su sensibilidad. Por ejemplo, si la Luna se encuentra en la cuarta casa, esto indica una fuerte conexión emocional con la familia, el hogar y las raíces. Esto puede manifestarse en un fuerte apego al hogar, una gran sensibilidad hacia las necesidades de los seres queridos y una necesidad de seguridad emocional en un entorno familiar estable. Si la Luna se encuentra en la décima casa, esto indica que el individuo asocia sus emociones con la carrera, el reconocimiento social y la realización profesional. Esto puede manifestarse en una fuerte implicación emocional en el trabajo, una necesidad de sentirse valorado profesionalmente y/o profesiones relacionadas con la infancia o la maternidad.
En fin, tradicionalmente se dice que la Luna representa la infancia de la persona y cómo la vivió, así como su relación con su madre y la imagen que tiene de ella.