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Las planetas son uno de los 4 pilares de la astrología junto con los signos, las casas y los aspectos. Cada una de ellas representa ciertos aspectos de nuestra personalidad (ego, imaginación, toma de responsabilidad, autorrealización) y la forma en que interactúan a través de los aspectos y las casas en las que se encuentran, cómo se expresan estos aspectos de nuestra personalidad en nuestra vida.
Las planetas evolucionan a través de las constelaciones del zodiaco a lo largo del tiempo y a través de las casas astrológicas a lo largo del día. Su posición en el momento del nacimiento determina nuestro mapa del cielo o carta astral de nacimiento.
Es importante tener en cuenta que el término "planetas" se utiliza en un sentido amplio para referirse a un elemento astral utilizado para el análisis astrológico, pero no todos son planetas en el sentido astronómico: por ejemplo, el Sol es uno de los "planetas" más importantes en astrología, pero es una estrella. De la misma manera, algunos asteroides o posiciones celestes teóricas en el cielo, como la "Luna Negra", son utilizados por muchos astrólogos. En Arcadia, simplificamos todos estos elementos bajo el término de planetas por simplicidad.
Los principales planetas astrológicos son los siguientes:
Sol: el Sol, el astro central de nuestro sistema solar y fuente de energía y luz. Representa nuestra identidad esencial, nuestro ego, nuestra creatividad y la imagen paterna. Su posición en el mapa del cielo define nuestro signo solar, que influye en nuestra expresión y vitalidad.
Luna: la Luna, satélite de la Tierra, rige nuestra sensibilidad emocional, nuestra imaginación, nuestro optimismo, nuestra infancia y la imagen materna. Su posición en el zodiaco influye en nuestras respuestas emocionales, nuestras necesidades afectivas y nuestra relación con el pasado.
Mercurio: Mercurio, el planeta de la comunicación y el pensamiento, influye en nuestro intelecto, nuestra expresión y nuestra forma de pensar. Su posición en el mapa del cielo revela nuestras habilidades de comunicación y nuestro estilo de pensamiento.
Venus: Venus está asociada con el amor, la armonía y la estética. Su posición en el zodíaco influye en nuestro estilo amoroso, nuestras preferencias estéticas y nuestro enfoque en las relaciones.
Marte: Marte, el planeta de la acción y la lucha, rige nuestra energía, nuestra ambición y nuestros deseos. Su posición en nuestro mapa del cielo indica cómo expresamos nuestra fuerza interna, nuestra combatividad y nuestra voluntad.
Júpiter: Júpiter es el planeta de la expansión, el crecimiento personal y la relación con el grupo. Su posición influye en nuestras fases de superación personal, disfrute y búsqueda de ascenso personal.
Saturno: Saturno está asociado con la disciplina, la responsabilidad y la estructura. Su posición en el mapa del cielo revela cómo abordamos las responsabilidades, los límites y los obstáculos en nuestra vida.
Urano: Urano encarna la originalidad, la revolución y la lucha colectiva, el pensamiento progresista y la innovación. Su posición describe nuestra forma de destacarnos, manejar o provocar rupturas, así como nuestro deseo de modernidad y cambiar las normas establecidas.
Neptuno: Neptuno está relacionado con la intuición, la contemplación y la capacidad de percibir corrientes humanas y colectivas. Su posición en el mapa del cielo describe nuestra habilidad para dominar el tiempo, nuestro nivel de lucidez general y nuestra capacidad para sentir las sutiles energías humanas y colectivas.
Plutón: Plutón es el planeta de los secretos, el poder y la transformación personal. Su posición indica cómo nos conectamos con nuestros instintos profundos y nuestra animalidad, y cómo manejamos situaciones de crisis, poder y relaciones de fuerza.
Luna Negra : La Luna Negra, también conocida como Lilith, corresponde a la posición del segundo foco de la elipse de la órbita lunar. Está asociada a una forma de absoluto e ideal dentro del individuo. Su posición describe una "Verdad" profunda e inquebrantable que el individuo siente, una búsqueda de significado y autenticidad a menudo marcada por el rechazo al compromiso y a las normas sociales en un ámbito en particular.